Anatomía sensible de Andrés Neuman publicado por Páginas de espuma por Ángeles Sánchez Domínguez
EL CUERPO ES (nuestra) VIRTUD
Nuestro encuentro más real de ¡CLUB! ha sido vía ZOOM. No veía modo de conectarme y acudí a mi hija. Gracias a Billar de Letras, Juan Casamayor, Páginas de Espuma, Andrés Neuman y cluber@s.
Andrés es filólogo de primera instancia, como Casamayor, como yo misma que prefiero lo anglo. Pero Andrés está dotado. Es un Laureate Poet, que se lo han dicho antes y estoy más que de acuerdo. De nuestra lengua y de cualquier otra a traducir. Es fácil, claro, preciso. Comunicador elegante, natural y generoso, bello, complejo, juguetón, culto, filósofo de primera, cachondo, un ser lingüístico y vital.
Y muy buen tío.
Sabio.
Anatomía Sensible es un catálogo de bienoperancia de nuestras partes hermosas y otras más pudendas. Y de sus sensaciones privadas. Cada texto es una llamada a releer como se releen las oraciones al final del día: “Se despertó y el dinosaurio seguía ahí”. “Diosito, por favor que se acabe el confinamiento y podamos acariciarnos ya sin miedo.”
Tradición Monterroso, por supuesto y autores de ese español que nos rebota aquí y allá, el impulso vital de nuestra lengua, mucho mejor y más potente el que viene propulsado de allá. Las Nuevas Literaturas. Coetzee. Creo que en una conversación muy breve en una feria del libro me dijiste que compartiste coche con Coetzee en un festival de literatura, espero no estarme equivocando de anécdota y personas. Y que había muchas curvas y él se tambaleaba hacia ti, debías de estar del lado de la ventana, dos seres australes trasplantados al mainstream.
Solo puedo y debo decir que siendo tan maravillosamente joven como eres, (y Dios te guarde los años venideros), nos sigas dando tus mejores frutos, como hasta ahora vienes haciendo.
Y que los podamos leer, por ejemplo, tranquilamente en un mar calmado como el que me tocó como experiencia en Ngapali Beach, Golfo de Bengala, a finales de enero, justo antes de embozarnos en mascarillas.
Los esperamos.
Tómate el tiempo.
Disfruta,
como lo llevas haciendo desde siempre.
Y deja esa semilla potente virgiliana.
Juega.
