Pablo Albo es cuentista de profesión. Nació en Alicante en 1971 y fue al colegio como todos los niños de su barrio. Todo iba bien hasta que ganó el concurso de relatos de su clase y ya no pudo ser una persona normal. Trató de huir del arte y la farándula estudiando Trabajo Social, pero ni llegó a ejercer porque se embarcó en el grupo de narración oral Albo y empezó a recorrer las Españas contando historias.
Hoy, en solitario, sigue con lo mismo, narrando a personas de muchas edades. Por todo el mundo (que ha estado en Cuba, Suiza, Italia, Grecia, Australia, Brasil, México, Venezuela, Bélgica, Colombia, Francia, Portugal, Irlanda).
Y como las historias que cuenta, son de su autoría, a veces terminan en libros. Cincuenta y pico tiene ya publicados. En muchas lenguas se le puede leer (o tocar que también está en Braille): Chino, coreano, árabe, alemán, euskera… así hasta trece. Ah, y no lo debe hacer muy mal, porque le han dado premios y todo: El prestigioso Lazarillo en dos ocasiones, mención The White Ravens de Alemania en tres ocasiones y Junior Library Guild de Estados Unidos en una y otras muchas distinciones.
Es simpático. Cuando no lleva bigote, un poco guapo. Y aunque nació en Alicante, a la orilla del Mediterráneo, ahora vive en el Albacete de La Mancha de Don Quijote. Aunque para poco en casa. Anda siempre de acá para allá por las carreteras con la vista puesta en el horizonte y rumiando entre dientes las palabras de su próxima historia.