Si ya de por sí es difícil juntar las piezas sueltas de un conflicto bélico, tarea tradicionalmente asignada a historiadores, periodistas y analistas que suelen terminar congelando las dimensiones del drama en un bloque de datos y estadísticas; esto es aún más cierto cuando hablamos de un puzzle tan endemoniado como es la Guerra de Bosnia. De ahí que sea el discurso literario el que tiene el poder de restituir las geografías psicológicas del terror, las emociones en movimiento, la carnalidad de los hechos que dan cuerpo a un clima de ese calibre. Esto es, de manera muy sutil, lo que propone el croata Ivica Djikic en Cirkus Columbia (Sajalín, 2011); novela asociada también al nombre de Danis Tanovic, que la llevaría al cine después.
Cirkus Columbia es una novela coral donde la kasaba —típica ciudad bosnia de provincias—se erige en protagonista ideal para reflejar la complejidad de la situación sociopolítica. Una historia circular de exilios y retornos donde lo que al final permanece es un espacio urbano sin nombre, una especie de coro trágico en forma de rumores vecinales, cotilleos que se expanden dando testimonio del turbulento zeitgeist balcánico de los noventa. Es la ciudad aquí como un cuerpo cuyos órganos se ven afectados por las convulsiones del miedo, como un mapa de intensidades donde «aquel cuyos éxitos ayer todos alababan se convertirá en un ladrón, un bandido, un putero, un agarrado o un cabrón», según el signo de los tiempos.
La historia arranca un verano de 1991 cuando Divko Buntik, un bosnio agorero y malhablado, decide regresar de Alemania con su nueva mujer, su gato Bonny y una fortuna a las espaldas. A partir de aquí, Djikic teje una maraña de sucesos marcados por la venenosa cercanía de los entornos provincianos, en la que se cumple aquella cita apócrifa que Bolaño atribuía a uno de los personajes de Los detectives salvajes: «todo lo que empieza como comedia, acaba como tragedia». Desde el episodio en que Divko ofrece una recompensa ridículamente alta a quien encuentre a su gato extraviado, hasta el horror de un joven sin ideales llamado Pivac que termina asesinando a cuatro musulmanes víctima de la presión sociopolítica; pasando por el resentido Leon Dilber, simpatizante nostálgico de los partisanos yugoslavos en época de Tito —y por ello apestado por sus vecinos—; o la historia de Avdo Karahasan, que pasa de gloria futbolística a enemigo público.
Se trenzan así las vidas de unos personajes que, a lo largo de la década, miran de soslayo a la guerra que invade su cotidianidad («La guerra empezó en la clase de Historia del Arte»), mientras el horror se va colando gradualmente entre las líneas de cartas, diarios y semblanzas. Una lectura que al mismo tiempo se hace ligera, gracias a la versatilidad de Djikic con las distintas fuentes del discurso y a una prosa que oculta la profundidad en elementos tan leves como ese eterno y simbólico viaje en tiovivo de Divko Buntik al final de sus días, o la mencionada desaparición del su gato, premonitoria del exilio de su hijo desertor. Todo en esta obra vuelve en forma de otra cosa, con esa circularidad que otorga un carácter absurdo a la vida. Así, vuelve también la barbarie para después disolverse en la memoria, como esos circos itinerantes que a su marcha solo dejan un terraplén vacío y unos cuantos carteles rasgados.
Cirkus Columbia será una de las obras que comentaremos este año en nuestro Club de lectura de Billar de letras, donde una vez al mes destripamos obras que consideramos imprescindibles, analizándolas desde un punto de vista técnico y formal, todo ello en un ambiente distendido de vinos y picoteo. Además, solemos enriquecer la velada con la presencia de los autores, editores o traductores; para arrojar luz sobre la obra en cuestión.
Si además de leer te gusta escribir, puedes echar un ojo a nuestro curso de narrativa desde la experiencia personal: viajes, autobiografía, biografías familiares, crónica y ensayo; donde diseccionamos las técnicas y recursos fundamentales para narrar literariamente tu propia vida.
Para información y reserva de plaza, envíanos un email a info@billardeletras.com o llámanos al 91 532 40 64.